DE FONDO
Odio, rencor y venganza siempre han sido malos consejeros y más lo son cuando engendran pactos.
También cuando inspiran votos.
Esos sentimientos prevalecen en esta elección y envenenarán sin remedio a la sociedad atrapada en un destino inminentemente miserable al corto plazo.
Esos sentimientos afloran cuando hay agravios y todo México vive agraviado.
Nos agravió el escándalo de la Casa Blanca, los privilegios de Diputados y Senadores, la impunidad, la indiferencia e inutilidad de las instituciones de procuración e impartición de justicia perdidas en su mundo de formalidades y tantos absurdos más.
En el voto por cualquiera de los candidatos, subyacen esos pervertidos sentimientos y tristemente, no puede ser de otra manera.
Verá Usted.
Que pena que Meade siendo el más preparado y probablemente el menos voraz de los contendientes, le falte la *honestidad valiente* que preginaba otro y desearíamos en un líder.
El es un muy buen tipo, pero tiene un problema que lo hunde.
Votar por él, implica reelegir otra vez a los mismos que defraudaron y dejaron defraudar sin llenadera.
¿ Cómo creerle ?
Otra sería su suerte si cuando fue funcionario, hubiera impedido el endeudamiento canalla de casi todos los estados y del país, si se hubiera opuesto a las estafas maestras, a los negocios multimillonarios que propició su tutor y al reparto de concesiones para amigos influyentes.
Muy otra sería su suerte si se ubiese sentido ofendido, como el pueblo, con la ignominiosa artificialidad del sistema a quién jamás le importó el saqueo de tantos ni la pobreza de sus gobernados y prefirió autoengañarse haciendo malavares con sus números e indicadores macroeconómicos.
¡¡¡ Jamás ha sido un lider ni luchador social !!!
¡Claro!, si se hubiese indignado, jamás habría sido candidato.
Su catástrofe se explica en la inobservancia de principios básicos como la congruencia.
Pudiendo seguir siendo un ciudadano ejemplar y exitoso, o elegir la integridad para luchar por causas justas, aceptó ser candidato para ahora si, coyunturalmente enarbolar causas sociales y pasar a la historia como perdedor por representar a la corrupción.
Se hizo luchsdor social en el momento y posición equivocados.
Otros lo han hecho con éxito en momentos propicios, así es el azhar y la política.
Pero a Meade, le salio mal, no podemos creerle porque aceptó una candidatura que le comprometió a encubrir al grupo que lo postuló y a presentarse como novedoso luchador social.
Su drama es que está haciendo algo fuera de su vocación y que quienes lo eligieron, ahora se saben amenazados entendiendo que no los protegerá porque nada permite pensar ganará la elección.
Nadie podrá probarlo pero en el ambiente, todo indica que se vieron en la impostergable necesidad de negociar la preservación de sus privilegios, patrimonio y libertad exigiendo a lópez una amnistía a cambio de ayudarlo a ganar la elección.
Es en esta perversión se ridiculiza otra vez la *honestidad valiente* de quién, sin ningún rubor, no tuvo empacho en comprometer públicamente pagar con una amnistía repugnante aduciendo que vería sólo pa’delante.
Ni los unos ni el otro sientieron el mínimo pudor para pactar, actuaron sin recato sin pena y dejaron a Meade bailando sólo.
También por eso la sociedad siente rabia al votar por AMLO, porque saben que no es confiable pero el sistema partidocrático no le dejó opción.
Es cierto que en ello hay una esperanza, pero es una esperanza enfermiza porque surge de la idea del desquite, del castigo, de las soluciones falaces.
El dilema de esta elección es, o él, o los que ya traicionaron a la sociedad.
A López lo prefieren porque este aún no les ha defraudado tanto y añoran que no los defraude comonlos anteriores.
Lo elegirán a sabiendas que también traicionará porqué con él operan las bandas de Bejarano, Elba Esther, Napito, Padierna, Batres, Noroña, Taibo y una larguísima lista de saqueadores ansiosos y sin escrúpulos.
Es obvio que López, ya negoció con los que mandan, si no fuera cierto, habría una campaña real del PRI, el Estado estaría actuando para pervivir como hasta ahora, en Televisa lo hubieran destrozado y todos ya le habrían exhibido en temas graves.
López, por si mismo es la prueba de que la ley es una vergonzante simulación.
Tan es así, que ninguna ingenuidad pensará que un tipo puede tomar reforma pozos petroleros, no pagar impuestos ante los ojos de todos y seguir impune.
¿Quién podría hacer una campaña abierta durante 18 años cuando la ley pone límites temporales?.
¿ Quién podría intrépidamente ocultar los números de las obras de su gobierno, fundar un partido monolítico para recibir millonarias cantidades en nombre de la democracia que opera a gusto sin rendirle cuentas a nadie.?
El fenómeno AMLO es una aberración del propio sistema que por sí mismo prueba su descomposición.
Ninguno de sus seguidores duda de sus mañas, nadie de sus pejezombies jamás ha dicho que es un hombre transparente y sin cola que le pisen, todos lo intuyen como un tipo de dos o más caras.
Gramo por gramo, López no es mejor que Meade ni que sus otros sus competidores, su única, ventaja, es que, por el tiempo que lleva mentando madres a los del sistema, ahora aglutina el voto del odio, el rencor y repugnancia del pueblo que también mentamos madres por la podredumbre de los vergonzosos lados obscuros del sistema establecido.
Los gurus del sistema y AMLO, mutuamente se tienen desconfianza y ahora a espaldas del pueblo, han pactado.
Esa amnistía apesta y será traicionada, como se traicionan todos los pactos que se hacen sin honor con enemigos.
Al grupo de López en el 2000, le pagaron con el D. F. y no lo han soltado, hoy le pagarán con el País y el futuro más que nunca es incierto.
Esos pactos no se deben hacer esgrimiendo la anticorrupción ni hipotecando el destino del pueblo a cambio de inmunidad para unos cuantos.
Más pronto que tarde veremos los efectos del veneno en la sociedad, cuando la nueva mafia del poder deje sentir sus odios reprimidos por tantos años de ambición e imponga sus métodos como hicieron en la Capital.
Más pronto que tarde, veremos como se desbordan las pasiones.
Cuando hay odio, rencor y ánimo de venganza, algo anda mal y parece que en esta elección, todo anda mal.